Un terrario es un mini jardín creado en un recipiente de cristal, como un tarro o una caja de cristal.
Es un ecosistema autónomo donde las plantas pueden prosperar con unos cuidados mínimos.
Hacer un terrario es un proyecto divertido y creativo que lleva la naturaleza al interior.
Puede alegrar tu espacio vital y proporcionar un ambiente tranquilizador.
Además, es una forma estupenda de mostrar tu colección de plantas.
Las mejores plantas para un terrario son las que prosperan en ambientes húmedos y con poca luz.
Algunas opciones populares son los helechos, los musgos, las suculentas y las plantas de aire.
Elige plantas que tengan requisitos de cuidados similares para asegurarte de que prosperan juntas.
Cuando elijas un recipiente para tu terrario, opta por uno con tapa o una parte superior que pueda cerrarse.
Esto creará un entorno sellado que ayudará a retener la humedad.
Además, asegúrate de que el recipiente sea transparente, para que la luz llegue a las plantas.
Crear un terrario implica unos sencillos pasos.
Empieza añadiendo una capa de guijarros o rocas en el fondo para el drenaje.
A continuación, añade una capa de carbón activado para mantener fresco el terrario.
A continuación, añade una capa de tierra para macetas y coloca las plantas que hayas elegido.
Por último, rocía el terrario con agua y cierra la tapa.
La frecuencia de riego depende de las plantas y del entorno.
En general, los terrarios requieren un riego mínimo porque el recipiente cerrado crea un ecosistema autosuficiente.
Vigila el nivel de humedad y riega sólo cuando notes que la tierra está seca.
El riego excesivo y la luz insuficiente son dos problemas frecuentes de los terrarios.
Ten cuidado de no regar en exceso, ya que puede provocar la pudrición de las raíces.
Asegúrate también de que el terrario recibe suficiente luz indirecta para favorecer el crecimiento sano de las plantas.
Es mejor evitar colocar el terrario bajo la luz directa del sol, ya que puede provocar la acumulación de calor y dañar las plantas del interior.
Opta por un lugar con luz indirecta, como cerca de una ventana con una cortina transparente.
Se recomienda utilizar una tierra para macetas que drene bien, formulada específicamente para terrarios.
Evita utilizar tierra de jardín, ya que puede contener plagas o patógenos que podrían dañar las plantas.
La tierra adecuada aportará los nutrientes esenciales y, al mismo tiempo, permitirá que el exceso de agua drene correctamente.
En la mayoría de los casos, los terrarios no requieren un abonado regular.
Los nutrientes presentes en la tierra de la maceta y en las hojas en descomposición suelen ser suficientes para las plantas.
Sin embargo, si observas signos de carencia de nutrientes, puedes utilizar un abono líquido diluido diseñado específicamente para terrarios.