¿Cómo se trasplanta una Alocasia zebrina?
Las Alocasia zebrinas pueden crecer bastante deprisa en primavera y verano. Si tu la tienes, puede que necesites trasplantarla a una maceta más grande. En esta guía para el cuidado de las plantas, veremos cómo puedes trasplantar tu Alocasia zebrina y ayudarla a crecer.

Alocasia zebrina antes de trasplantar
Si cuidas bien de tu Alocasia zebrina, crecerá cada vez más. Si tienes problemas para cultivar esta planta, no dejes de consultar mi otra guía ¿Cómo se cuida una alocasia zebrina?. Te dirá exactamente lo que necesitas saber para cultivar esta planta y acabar en esta situación: ¡Mi planta es demasiado grande y tengo que trasplantarla! Ahí es donde entra en juego esta guía, en la que voy a mostrarte el proceso para trasplantar la alocasia zebrina, con fotos incluidas. El proceso va desde sacar las plantas de la maceta, hasta plantar las dos plantas separadas en dos macetas.
También puedes mantener las dos plantas juntas y trasplantarlas a una maceta más grande. En este caso, sólo tienes que sacar las plantas de su maceta actual y colocarlas en una maceta más grande. Una vez hecho esto, añade tierra hasta que la maceta esté llena. Pero no nos vamos a centrar en eso en esta guía. Vamos a trasplantar completamente la Alocasia zebrina en una maceta nueva, retirando toda la tierra de sus raíces.
Estos son los pasos que seguiremos en esta guía:
¡Aprendamos a trasplantar una Alocasia zebrina!
¿Con qué frecuencia se debe trasplantar una Alocasia zebrina?
A la hora de trasplantar tu Alocasia zebrina, es importante tener en cuenta algunas cosas. Estas hermosas plantas tienen un ritmo de crecimiento rápido, sobre todo cuando están a gusto en su entorno. Sin embargo, la frecuencia con la que debes trasplantar tu Alocasia zebrina dependerá de algunos factores diferentes.
En primer lugar, presta atención al tamaño de tu planta. La Alocasia zebrina puede superar rápidamente el tamaño de su maceta si crece bien, así que si notas que tu planta empieza a parecer estrecha o que sus raíces asoman por los agujeros de drenaje, es hora de trasplantar. En general, debes replantar tu Alocasia zebrina cada 12-18 meses aproximadamente.
Otro aspecto importante a tener en cuenta es la tierra en la que está plantada tu planta. Si notas que la tierra parece compactada, o si hay mucha materia orgánica muerta o en descomposición, es buena idea replantar tu planta.
También es importante vigilar cualquier signo de estrés o enfermedad en tu planta. Si observas que tu Alocasia zebrina tiene dificultades, puede ser una buena idea trasplantarla a tierra fresca para darle una oportunidad de luchar.
Ahora deberías tener una buena idea de si necesitas trasplantar tu Alocasia, ¡así que vamos a averiguar qué tipo de tierra necesitaremos!
Elegir la tierra adecuada para trasplantar
A la hora de trasplantar la Alocasia zebrina, es importante elegir el tipo de tierra adecuado para que nuestra planta prospere. Esta planta prefiere una tierra ligera y con buen drenaje, rica en nutrientes y que retenga algo de humedad. Una buena mezcla para la Alocasia zebrina sería una combinación de 1/3 de tierra general para macetas, 1/3 de musgo de turba y 1/3 de perlita para un drenaje adecuado.
Ahora que ya tenemos el tipo de tierra adecuado para la Alocasia zebrina, ¡es hora de preparar la planta para el trasplante!
¿Hay que regar la planta antes de trasplantarla?
Antes de trasplantar la planta, conviene regarla uno o dos días antes. Así te aseguras de que la tierra y las raíces estén suficientemente hidratadas antes de arrancarlas y trasladarlas a un nuevo recipiente. Sin embargo, recuerda no regar la planta en exceso, ya que la tierra apelmazada puede ser difícil de trabajar y puede causar daños en las raíces durante el proceso de trasplante.
Regar antes de trasplantar también permite que la tierra se asiente, lo que facilita sacar la planta de su recipiente actual. Dale un buen trago a tu planta el día antes de trasplantarla: ¡tu Alocasia te lo agradecerá!
Si dejas que la tierra se seque por completo, trasplantar la planta será menos engorroso, pero será más difícil que la tierra absorba el agua en cuanto la coloques en su nueva maceta más grande. Por suerte, no es un problema permanente, y en cuanto riegues la tierra seca en la maceta más grande, empezará a absorber la humedad lentamente.
Ahora, ¡vamos a trasplantar nuestra Alocasia!
Saca la planta de la maceta y comprueba las raíces
La razón más importante para trasplantar una planta es darle más espacio para crecer. En mi caso, esto significaba que tenía que separar dos plantas diferentes en dos macetas. Se estorbaban mutuamente y ambas necesitaban más espacio para seguir creciendo. Antes de trasplantar tu planta, deberás comprobar las raíces. ¿Tienen las raíces espacio suficiente para crecer o les cuesta encontrar nuevos lugares donde hacerlo? Para comprobar las raíces, saca la planta de la maceta y comprueba si las raíces son similares a las de la imagen siguiente:
La alocasia zebrina ha echado raíces
Las raíces ocuparon toda la maceta e incluso empezaron a rodearla por la parte inferior. Esto significa que hay que trasplantar la planta, ya que no tiene el espacio que necesita para seguir creciendo. Si te encuentras con algo parecido a las raíces de la foto, puedes optar por trasplantarlo todo a una maceta más grande o separar las dos plantas. Como he dicho antes, las plantas se estorbaban mutuamente, así que opté por lo segundo. Esto significaba que tenía que empezar a separar las raíces.
Quita la tierra de las raíces
Como quería separar las dos plantas en dos macetas distintas, tuve que quitar la tierra de las raíces. Éste es un paso opcional, pero si también vas a separar dos o más plantas, también tendrás que hacerlo.
Si quitas la tierra de las raíces, será mucho más fácil mantenerlas intactas cuando separes las dos plantas. Las raíces están muy enredadas y sólo con separar las plantas corres el riesgo de matarlas. Fui muy prudente y quité la mayor parte de la tierra antes de intentar separar las plantas.
Al quitar la tierra, es mucho más fácil desenredar las raíces mirándolas, pero las raíces de Alocasia también están aferradas a la tierra. Esto significa que no quieren soltarse. Así que lo más probable es que tirar de las raíces las dañe. Para que las plantas separadas tengan más posibilidades de sobrevivir, asegúrate de conservar la mayor parte de las raíces.
La Alocasia zebrina se aferra a la tierra
En el momento en que se tomó esta foto, quitar la suciedad se hizo bastante difícil. Había tantas raíces que tardé al menos 20 minutos en poder quitar casi toda la suciedad de las raíces. Las raíces hacían todo lo posible por aferrarse a la tierra. Así que tuve que escarbar un rato en la bola de tierra y raíces con los dedos hasta que las raíces estuvieron casi limpias y pude ver cómo se enredaban.
Separa las plantas
Alocasia zebrina con las raíces limpias, después de quitar la suciedad
Después de quitar la suciedad de las raíces, es bastante fácil desenredarlas. Deberías tener algo parecido a esta imagen. Puedes ver que se trata de dos plantas diferentes, cada una con sus propias raíces. Si has tenido cuidado al quitar la tierra de las raíces, desenredarlas debería ser bastante fácil y los daños en las raíces y los tallos de la planta deberían ser mínimos. Yo no sufrí ningún daño, los tallos y las hojas seguían teniendo un aspecto estupendo y no pude ver ningún problema.
Como puedes ver, las raíces son muy complejas y están hechas para agarrarse a la tierra. Tardó un rato en quedar limpio, pero cuando al final quedó claro, fue fácil de tratar. Ahora que has separado las plantas, puedes pasar al siguiente paso.
Mantenimiento de las raíces de la planta
Cuando trasplantes tus plantas, es importante que prestes mucha atención a las raíces. Si observas algún daño, es importante manipularlas con cuidado para evitar causarles más daños. He aquí algunos consejos clave que te ayudarán a manipular y recortar las raíces dañadas durante el trasplante:
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Sé delicado: Las raíces son delicadas y pueden romperse o dañarse fácilmente, sobre todo al trasplantarlas. Al manipularlas, asegúrate de ser delicado y evita tirar o tirar con demasiada fuerza.
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Utiliza tijeras limpias y afiladas: Al recortar raíces dañadas, es importante utilizar tijeras limpias y afiladas para evitar daños mayores. Unas tijeras sin filo o sucias pueden causar más daño que beneficio.
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Corta sólo las zonas dañadas: Cuando recortes las raíces, asegúrate de cortar sólo las zonas dañadas. Esto ayudará a que vuelvan a crecer sanas y evitará daños mayores.
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No cortes demasiado: Aunque puede resultar tentador cortar todas las raíces dañadas, es importante no pasarse. Cortar demasiado puede conmocionar a la planta y hacer que tenga problemas para recuperarse.
Tu planta tendrá más espacio para crecer y, al recortar las raíces dañadas, estarás fomentando el crecimiento de nuevas raíces. Esto ayuda a la planta a asentarse en su nueva maceta con más facilidad.
Preparación de la nueva maceta
Al preparar una nueva maceta para trasplantarla, es importante tener en cuenta algunos factores como el tamaño, el tipo y el drenaje.
El tamaño de la nueva maceta debe ser ligeramente mayor que el de la maceta actual en la que está la planta. Esto permite que la planta tenga espacio suficiente para crecer y evita que se enraíce. Sin embargo, ten cuidado de no elegir una maceta demasiado grande, pues podría regarse en exceso y pudrirse la raíz.
Considera también el tipo de maceta que mejor se adapte a tu planta. Las macetas de barro son estupendas para las plantas a las que les gusta la tierra seca, ya que son porosas y permiten que se evapore el exceso de humedad. En cambio, las macetas de plástico son mejores para las plantas que necesitan más agua, ya que retienen mejor la humedad.
Asegúrate de que la nueva maceta tenga un drenaje adecuado para evitar que el agua se asiente en el fondo de la maceta y ahogue las raíces. Puedes elegir una maceta que ya tenga agujeros de drenaje o crearlos tú mismo taladrando o perforando agujeros en el fondo de la maceta.
Planta cada planta en su propia maceta
Las alocasia zebrina tras trasplantarlas a macetas separadas
Ahora por fin llega la parte emocionante, puedes plantar estas preciosas plantas en su propia maceta. Como he descrito en mi guía anterior sobre la alocasia zebrina ¿Cómo se cuida una alocasia zebrina?, yo mantengo la planta en la maceta del vivero. Esto tiene la única razón de que es muy fácil regar una planta así.
Las macetas más grandes en las que están no tienen agujeros de drenaje, así que mantener las plantas en la maceta del vivero me ayuda a drenar el exceso de agua de la maceta en lugar de que se quede en el fondo de la maceta.
Para plantar estas Alocasias, debes preparar un poco de tierra para plantarlas en macetas. A esta Alocasia le gusta la tierra que drena muy bien. Puedes reutilizar la tierra que usaste antes y complementarla con un poco de abono y tierra adicional. Esto dará a tu planta muchas vitaminas para seguir creciendo y asentarse en su nuevo entorno rápidamente y sin problemas.
Yo regué mis plantas enseguida, para darles la oportunidad de absorber los nutrientes. Si acabas de regar tus Alocasia y los tallos aún no están caídos, debes esperar unos días. No querrás regar en exceso tus plantas.
Ahora vigila de cerca los niveles de humedad de la tierra y riega la planta cuando veas que empieza a decaer, igual que antes. La planta debería adaptarse al nuevo entorno en unos días o una semana.
Instrucciones de cuidado tras el trasplante
Tras el trasplante, es importante proporcionar a tu planta los cuidados adecuados para que prospere en su nuevo hogar. Aquí tienes algunos consejos que debes tener en cuenta:
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El riego: Asegúrate de regar bien la planta después de trasplantarla. La tierra debe estar húmeda, pero no encharcada. Evita regar en exceso, pues podría pudrirse la raíz. Al regar la planta después de trasplantarla, ayudas a que la nueva tierra se asiente alrededor de la planta, eliminando cuidadosamente las burbujas de aire.
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La luz: A la Alocasia zebrina le encanta la luz indirecta brillante, así que después de trasplantarla es buena idea darle este tipo de luz. Ayudará a la planta a recuperarse del trasplante y favorecerá su crecimiento.
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Abonar: Aunque no es necesario abonar inmediatamente después de trasplantar, puedes considerar la posibilidad de dar un empujón a tu planta en las semanas siguientes al trasplante. Utiliza un abono equilibrado según las instrucciones del envase. Si actualmente es otoño o invierno, es mejor esperar a la primavera para abonar tu Alocasia.
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Seguimiento: Vigila tu planta en las semanas siguientes al trasplante. Busca signos de estrés, como hojas marchitas o amarillentas. Si observas algún problema, ajusta tu rutina de cuidados en consecuencia. Y lo que es más importante, no te asustes si tu planta no responde bien al trasplante. Esta planta es muy resistente y sobrevivirá, aunque pierda todos sus tallos y hojas.
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