¿Por qué amarillean las hojas de mis plantas de interior?
Descubre las razones por las que las hojas de tus plantas de interior se vuelven amarillas y aprende paso a paso a cuidarlas para que vuelvan a estar sanas. Nuestra completa guía incluye consejos sencillos y fáciles de entender, tanto para principiantes como para propietarios experimentados. Mantén próspero tu jardín de interior con nuestros consejos expertos sobre el cuidado de las plantas.

Como propietario de plantas de interior, ver que las hojas de mis plantas se vuelven amarillas puede ser realmente desalentador. ¡Es difícil no preocuparse de que algo vaya mal con mis plantas!
El amarilleamiento de las hojas puede deberse a varias causas. Por ejemplo, puede deberse a un exceso de agua en el suelo, o puede necesitar más nutrientes. Pero no hay que perder todas las esperanzas. En esta guía para el cuidado de las plantas, vamos a explorar las causas más comunes de las hojas amarillas en las plantas de interior y consejos para solucionarlas, ¡para que pueda recuperar la salud de mis plantas!
Éstas son las causas que vamos a examinar:
Empecemos y descubramos qué le puede pasar a tu planta.
Riego excesivo
Si ves hojas amarillentas en tu planta de interior, puede deberse a que accidentalmente la has regado demasiado. A todos nos ha pasado alguna vez, así que no te sientas mal. Entonces, ¿por qué amarillean las hojas cuando se ha regado demasiado?
Cuando riegas demasiado tu planta, la tierra retiene demasiada agua, por lo que las raíces se encharcan. Esta tierra húmeda impide que las raíces de tu planta respiren oxígeno correctamente.
Cuando las raíces de tu planta no funcionan como deberían, no pueden absorber la cantidad adecuada de nutrientes que tu planta necesita para crecer. Esto puede hacer que las hojas se vuelvan amarillas y acaben cayendo.
Por suerte, no tiene por qué llegar tan lejos. Si crees que el riego excesivo es la causa del amarilleamiento de las hojas de tu planta, aquí tienes algunas cosas que puedes hacer:
- Deja que la tierra se seque completamente antes de volver a regar.
- Asegúrate de que tu maceta tiene agujeros de drenaje para permitir que salga el exceso de agua.
- Riega tu planta un poco menos a menudo. Investiga un poco para averiguar cuál es el programa de riego ideal.
- Asegúrate siempre de que la parte superior de la tierra está seca antes de regar la planta.
Si sigues estos consejos, será mucho menos probable que riegues demasiado tu planta en el futuro.
Puedes recortar con seguridad las hojas amarillas. Esto fomenta un nuevo crecimiento y evita que las plagas se instalen en tu planta. Las plagas prosperan en las hojas moribundas.
Submarinismo
Y ahora viene la parte más confusa del riego adecuado de tus plantas: el riego excesivo y el riego insuficiente tienen los mismos síntomas. Cuando las hojas de tu planta se vuelven amarillas, también puede deberse a que tenga sed.
Cuando no hay agua suficiente para que la planta alcance y absorba los nutrientes necesarios, sus hojas empiezan a ponerse amarillas. Es muy importante observar y controlar regularmente tus plantas, para saber cuándo necesitan un poco más de riego.
Si crees que el sumergimiento está causando el amarilleamiento de las hojas de tu planta, aquí tienes algunas cosas que puedes hacer:
- Comprueba la tierra con regularidad y riega la planta cuando notes que la parte superior de la tierra está seca.
- Considera la posibilidad de utilizar un medidor de humedad para medir el nivel de humedad de la tierra y ayudarte a saber cuándo debes regar tu planta.
¿Cómo diferencio el riego insuficiente del riego excesivo?
Por tanto, tanto regar demasiado como regar demasiado poco provocan hojas amarillas en tu planta. ¿Cómo sabes qué problema tienes? Hay 2 maneras.
El primer paso es observar el suelo. ¿La tierra está húmeda o mojada? Es probable que la hayas regado demasiado. ¿La tierra está seca y la maceta tiene poca luz? Es probable que la planta esté demasiado seca y haya que regarla más a menudo.
El segundo paso, si comprobar la tierra no te ha ayudado, es comprobar las hojas. ¿Están crujientes y marrones por los bordes? Es probable que la planta se haya secado demasiado y necesite más agua. ¿Las hojas están amarillas, pero también lacias y flácidas? Es probable que hayas regado demasiado la planta y la hoja esté empezando a pudrirse.
Si estás seguro de que tu planta no tiene problemas de riego, el siguiente paso es buscar plagas. ¡Echemos un vistazo!
Plagas
Plagas como la araña roja, las cochinillas y los pulgones son causas frecuentes de que las plantas de interior tengan las hojas amarillas. A veces, estas pequeñas plagas se alimentan de la savia de la planta y debilitan las hojas, dejándolas descoloridas. Saber qué plagas atacan actualmente a tu planta, si es que hay alguna, te ayudará a eliminarlas eficazmente de ella y a que vuelva a prosperar.
Si crees que las plagas están causando el amarilleamiento de las hojas de tu planta, esto es lo que puedes hacer:
- Inspecciona tu planta de cerca en busca de signos de plagas, como telarañas, manchas blancas difusas o pequeños insectos.
- Aísla la planta afectada para evitar que las plagas se propaguen a otras plantas.
- Identifica qué plaga se ha instalado en tu planta y toma medidas para eliminarla.
Si buscas información más detallada sobre cómo identificar y tratar las plagas, echa un vistazo a Las 7 plagas más comunes de las plantas de interior y cómo controlarlas. Esta guía te ayudará a identificar a qué plaga te enfrentas y cómo puedes deshacerte de ella.
Si tu planta está libre de plagas, es hora de mirar cuál es la temperatura ideal para ella y si la humedad alrededor de tu planta es buena. ¡Echemos un vistazo!
Temperatura y humedad
Cuando se trata de plantas de interior, puede haber muchos cambios que las afecten negativamente. Cuando estos cambios son temperaturas o niveles de humedad extremos, pueden empezar a estresar a las plantas.
Un signo de estrés en las plantas es cuando sus hojas, normalmente vibrantes y exuberantes, se vuelven amarillas. Las corrientes de aire frío y los grandes cambios de temperatura son grandes problemas para muchos tipos de plantas de interior.
Si quieres asegurarte de que tu planta prospere, debe estar en el lugar adecuado de tu casa. Por ejemplo, si la planta es sensible a las corrientes de aire, asegúrate de que no esté colocada cerca de puertas o ventanas por las que pueda entrar aire más frío. Por otra parte, si tu planta necesita un cierto nivel de humedad, un truco práctico es utilizar un humidificador o colocar un recipiente con agua cerca de la planta. Esto ayuda a aumentar la humedad alrededor de la planta.
Si quieres más ideas sobre cómo aumentar la humedad de tus plantas, echa un vistazo a 10 formas de aumentar la humedad en tu casa.
Si la temperatura y la humedad son buenas, pero tu planta sigue mostrando hojas amarillas, puede que tengas un problema de nutrientes. ¡Averigüémoslo!
Carencias de nutrientes
Si ya has estudiado antes la fertilización de tu planta, puede que estés familiarizado con los tipos de nutrientes que necesitan las plantas para crecer y prosperar: cosas como el nitrógeno, el fósforo y el potasio. Si tu planta no recibe suficiente cantidad de estos nutrientes esenciales, puede empezar a mostrar signos de deficiencia.
Las hojas amarillentas suelen ser una señal de que a tu planta le falta algo en la dieta. Por suerte, este problema es bastante fácil de solucionar.
Pero, ¿cómo sabes qué nutrientes les faltan a tus plantas? Hay algunas señales que tu planta te muestra:
- Carencia de nitrógeno: hojas amarillentas que empiezan en la base de la planta y van subiendo.
- Carencia de fósforo: hojas verde oscuro con un tinte violáceo, que pueden volverse amarillas o rojas.
- Carencia de potasio: hojas amarillentas con bordes marrones y enroscadas.
Mirando las hojas, puedes averiguar cuáles de estos importantes nutrientes faltan en la dieta de tu planta. Cuando sepas qué nutrientes necesita en mayor cantidad, podrás encontrar una buena mezcla de abono que devolverá a tu planta una salud perfecta.
Por ejemplo, si observas que las hojas amarillean y tienen bordes marrones, sabrás que se trata de una carencia de potasio. Si has abonado tu planta con un abono de equilibrio (NPK) 10-10-10, debes buscar un abono que tenga un poco más de potasio (K), como 2-3-4. Fíjate en la proporción más alta del último número.
Pruebe su conocimiento de la planta
¡Cuestionario completo!
¿Quieres saber más? Suscríbete a mi boletín para recibir consejos gratuitos en tu bandeja de entrada!
¡Apúntate ya!